lunes, 7 de abril de 2008

MENSAJE OBISPO ALVARO RAMAZZINI

El obispo de San Marcos, tambien es parte activa en la organización de la Ultreya Nacional FAMILIA HUMANA, COMUNIDAD DE PAZ, y en el primer organo divulgativo escribe:

Queridos hermanos y hermanas:

Con el deseo que la paz del Señor resucitado esté siempre con ustedes los saludo desde esta querida diócesis de San Marcos.

Desde el día del anuncio de la celebración de la ultreya Nacional en San Marcos, el secretaríado diocesano ha puesto manos a la obra para preparar tan gran acontecimiento y la preparación va avanzando.

Celebrar la ultreya es, siempre, vivir un momento de gracia para la propia diócesis y para la iglesia en guatemala. En el encuentro mutuo, en el compartir la alegría de vivir nuestra condición de hijos e hijas de Dios, la identidad del discipulado se fortalece y con la ayuda del Espíritu Santo el ardor por ser misioneros y misioneras quema aún más el corazón.

A lo largo de la historia de nuestro querido país, el movimiento de cursillos ha sido cantera de hombres y mujeres que dede el encuentro con el Señor, encuentro que transformó sus vidas y reorientó el rumo de sus existencias, ha buscado ser sal y levadura en la masa de la sociedad guatemalteca.

El reto de vivir con autenticidad esta vocación sigue siendo actual. Los "signos de los tiempos" enunciados en el documento conclusivo de la Quinta Conferencia del Episcopado en Aparecida, Brasil, presentes también en nuestro país, deben de interpelar nuestra vocación al discipulado y por ende a la misión.

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